Curiosidades y consejos

¿Qué jamón es mejor comprar, serrano, ibérico o de bellota?

Por azuanet20 mayo, 2021
Jamón Serrano o Ibérico

Seguro que a muchos de vosotros os han asaltado las dudas a la hora de comprar jamón, haciéndoos la pregunta sobre qué jamón es mejor comprar, serrano, ibérico o de bellota. 

Si es así hoy os ayudamos con este post a que podáis decidiros por vosotros 

¡Aprende a elegir entre el jamón serrano, ibérico y de bellota!

Cada vez comemos más jamón, por ello es importante saber diferenciar entra jamón serrano o ibérico, al mismo tiempo que nos aclaramos sobre que jamón comprar. 

Actualmente, es obligatorio indicar en los jamones su raza y tipo de alimentación, habiendo una enorme diferencia entre las distintas variedades. 

Si te preguntas qué jamón comprar serrano o ibérico, te aclararemos a continuación tus posibles dudas. 

A la hora de comprar jamón calidad precio y no nos engañen, debemos tener en cuenta los siguientes aspectos: 

1. El etiquetado

Podemos decir que un jamón es una pierna de cerdo curada con sal para que sea considerada “jamón serrano”, Especialidad Tradicional Garantizada por la Unión Europea, que debe eso si, pasar como mínimo 7 meses de curación. 

De modo que, solamente a partir de los 14 meses podremos conseguir jamones que puedan ser valorados más allá de su textura, y solo a partir de los 20 meses de curación, un jamón podrá etiquetarse como ibérico. 

Para saber qué compramos, si jamón serrano o ibérico, debemos fijarnos en el etiquetado, ya que hoy en día, la regulación sobre este alimento no deja duda alguna.

Dentro del jamón ibérico existen cuatro tipos de precintos, que dependerán de el porcentaje de raza del cerdo y del tipo de alimentación que recibe. 

  • Precinto negro: Jamón de bellota 100 % ibérico, de raza pura y criados en las dehesas. 
  • Precinto rojo: Jamón de bellota ibérico, criado en la dehesa, pero de razas cruzadas con Duroc y por lo tanto, menor pureza 
  • Precinto verde: Cochinos que, independientemente de la pureza de su raza, no han comido bellotas, pero sin embargo se han alimentado de pastos naturales, hierbas y pienso 
  • Precinto blanco: Cerdos ibéricos, de diferentes purezas, criados en régimen intensivo y alimentados con pienso compuesto por cereales y legumbres. 

Dentro del jamón ibérico existen además cuatro denominaciones de origen protegida: Jabugo, Guijuelo, Dehesa de Extremadura y los Pedroches. Pero, además, existen dos denominaciones de jamones serranos no ibéricos, Teruel y Trévelez, que aunque proceden de razas mixtas tiene un tiempo de curación mínimo de 14 meses.

2. Aspecto externo 

El aspecto externo de la pieza nos puede dar algunas pistas de lo que encontraremos dentro a la hora de elegir entre jamón serrano o ibérico. 

El detalle que mejor va a distinguir un jamón de calidad no es el color de la pezuña, como mucha gente piensa de forma errónea, sino que será el color de la pata, más exactamente el de la zona de la caña y el jarrete, debemos fijarnos que ésta se fina. 

Podemos distinguir jamón serrano o ibérico de bellota a través, como decíamos del tamaño de la pata. Una pata fina es sinónimos de cerdo ibérico. 

La pezuña puede llevarnos incluso a equivocaciones, tened en cuenta que los cerdos ibéricos debido a que pasan su vida caminando, suelen tener las pezuñas más desgastadas. 

Otro aspecto externos que nos puede ayudar a distinguir entre jamón serrano o ibérico es que la pieza sea homogénea, tanto en la superficie como en el color de la misma. 

La piel debe aparecer arrugada, lo cual es indicador de que ya ha finalizado su curación, además, la grasa debe estar muy próxima a la carne. Si presenta acanaladuras o hendiduras, será señal de que la pieza ha tenido un excesivo desecamiento, un exceso de curado. 

Lo ideal sería, si podéis tocar la pieza, comprobar que el dedo se hunde, esto es, si la piel cede fácilmente, es que la grasa es prácticamente aceite, indicando que está bien curado y es de bellota. 

3. Aspecto interno

Para poder saber si estamos ante una buena pieza y poder comprar jamón calidad precio, podemos fijarnos en su aspecto interno. 

Un buen jamón debe presentar grasa infiltrada, y un color rojo, tirando a brillante. Si el color del jamón ante el que nos encontramos no es así, no estamos ante una buena pieza. Además, si su color es tirando a granate, es indicador de que no está en las mejores condiciones.