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Templo romano de los mármoles de Augustobriga

Por Gema16 abril, 2021
Los mármoles de Augustóbriga

Hoy haremos una parada en Cáceres para conocer el Templo romano de los Mármoles de Augustobriga.

Los Mármoles de Augustobriga es un templo formado por columnas, siendo el único resto que queda de la antigua Augustobriga.

En 1931 era declarado Bien de Interés Cultural, y su nombre se debe, al parecer, al brillo que emitía a lo lejos debido a unos ornamentos de vidrio. 

Visita el Templo de los mármoles de Augustobriga

Situado junto a la carretera que une Navalmoral de la Mata y Guadalupe, este monumento, los Mármoles de Augustobriga, es el único que se conserva en todo el mundo romano. 

El acceso desde que se desde que se deja el coche se realiza a pie, siendo un tramo muy corto el hay que recorrer. 

Los Mármoles de Augustobriga 

Las dimensiones de la curia coinciden con la descripción que da Vitruvio. Se conserva íntegro su basamento de piedra granítica, así como su pavimento de grandes losas. También su pórtico de 4 columnas de frente y 2 a los costados, correspondientes a las fachadas laterales, que todavía soportan a los dinteles y un arco en el centro. Faltan los muros de la sala. 

El edificio se divide interiormente en 2 partes: un vestíbulo y la sala de culto propiamente dicha. Las columnas, de tipo corintio, no arrancan del suelo, sino de una gran basa granítica a partir de la cual ascienden. El material con el que se construyó fue el granito local, procedente de las canteras de las inmediaciones. 

En el siglo II se debió construir la columnata de Los Mármoles de Augustobriga; más tarde, en el siglo III, se edificaron sus murallas. Los restos de este templo se desmontaron piedra a piedra para reconstruirlo en un entrante de tierra, por encima del nivel máximo de las aguas del pantano, a 6,5 kilómetros de distancia de su establecimiento primitivo.

Ahora, el pueblo más cercano es Bohonal de Ibor, no obstante, el Templo de Los Mármoles de Augustobriga a orillas del Tajo, en una localidad llamada Talavera la Vieja o Talaverilla. Ésta, en el año 1963, quedaba inundada por las aguas del Embalse de Valdecañas. 

Para saber esta joya arquitectónica, se desmontó piedra a piedra, para más tarde volverse a erigir en el punto donde se encuentra hoy. 

Las ruinas del pueblo inundado son visibles en épocas de sequía al aflorar por encima de la superficie del agua.